Kazdin, es uno de los
psicólogos más influyentes en el campo de la terapia conductual, quien ha
dedicado gran parte de su carrera a investigar y desarrollar técnicas efectivas
para modificar conductas problemáticas. Su enfoque se basa en los principios
del aprendizaje y la modificación de la conducta, con un énfasis en la medición
objetiva y la evaluación continua de los tratamientos. Con base en ello, los principios
fundamentales de la Terapia Conductual tienen amplia incidencia en la terapia
actual, debido a que se centra en la conducta observable y medible, lo que
permite evaluar el progreso del tratamiento y hacer ajustes según sea
necesario.
En este tenor, conlleva un
análisis funciona, el cual consiste en identificar las condiciones que
anteceden, mantienen y siguen a una conducta problemática; por lo que al
comprender estas relaciones, se pueden desarrollar intervenciones más
específicas y efectivas. Esto es importante también, cuando se identifican las consecuencias
que siguen a una conducta, dado que influyen en su probabilidad de ocurrencia
en el futuro.
En este sentido, la terapia
conductual utiliza activamente el refuerzo positivo, el castigo negativo y
otras técnicas para modificar estas consecuencias y, por lo tanto, cambiar la
conducta.
Kazdin (1993), reconoce la
importancia del aprendizaje social y la modelación en la adquisición y
modificación de conductas, por lo que la observación y la imitación a otros,
puede ser una forma poderosa de aprender nuevas habilidades y cambiar patrones
de comportamiento. Por consiguiente, se destaca el entrenamiento en habilidades,
es decir, enseñar nuevas habilidades sociales, de resolución de problemas o de
manejo de la ansiedad puede ayudar a los individuos a afrontar situaciones
difíciles de manera más efectiva.
Por su parte, Franks
(1993), ofrece una visión panorámica del desarrollo y estado actual de la
terapia conductual, ahondando en sus orígenes, evolución reciente y
perspectivas futuras. A diferencia de Kazdin, quien se centra más en las
técnicas específicas y su aplicación clínica, Franks proporciona un marco
teórico más amplio que abarca la historia y la diversidad de enfoques dentro de
la terapia conductual.
Si bien reconoce la importancia
del condicionamiento clásico y operante, Franks también critica las visiones
más reduccionistas de la conducta, argumentando que los factores cognitivos y
sociales desempeñan un papel fundamental en la determinación de la conducta
humana. Finalmente resalta la integración con otros enfoques terapéuticos, como
la terapia cognitiva y la terapia de aceptación y compromiso. Esta integración
permite abordar de manera más completa la complejidad de los problemas
psicológicos.
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